Prácticamente todas las habitaciones están distribuidas de tal modo que en seguida se tiene acceso directo a las terrazas y zonas ajardinadas que rodean la casa.
Hay una zona de césped con tumbonas y al menos tres hamacas colgando de diferentes árboles y puntos del jardín en los que las siestas prometen ser históricas.
Además, el acceso a la huerta se hace por un caminito sencillo y es un lugar muy agradable en el que entretenerse a recoger fruta fresca ecológica. Según la temporada del año podremos disfrutar de naranjas de verano e invierno, mandarinas, limones, caquis, higos, aguacates, ciruelas, etc.